mareando la perdiz.

marear la perdiz es hacer perder el tiempo intencionadamente, en rodeos o dilaciones que retrasan u obstaculizan la resolución de un problema. (léase comisiones de investigación).

además de ser un claro ejemplo de: práctica política indecente.

Corrupción institucionalizada y generalizada

Subvencion de "medios"

Fundaciones de Partidos

Palau de la Música

Financiación de partidos

Pretoria

Financiacion de Sindicatos

Gurtel

Bankia

%

etc, etc, etc

El 85% de los catalanes cree que la corrupción está muy extendida.

Los ciudadanos suspenden a los políticos en honestidad, recelan de la legalidad de la financiación de los partidos y creen que los medios no son objetivos en los casos de corrupción. El 71% de los catalanes creen que la Administración no es transparente. 09/12/2010

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

Articulo 14. Capitulo segundo. Derechos y Libertades. Constitución Española.

práctica política indecente.

Es aquella que en/con sus actos y comportamientos esta carente o es contraria a valores como: la justicia, la equidad, la verdad, la honradez y la honorabilidad. (sumar también a estas carencias: el sentido común)

Práctica habitual y cotidiana que, por estar asumida su cotidianidad, no se combate. 

Esta práctica política esta arraigando en nuestra sociedad, de manera que gran parte de ella lo considera un mal menor o el precio a pagar por soportar la clase política que tenemos, no la que merecemos. Empleando el argumento, cuando no engaño, de que los que vendrán serán iguales o peores. 

Es del todo inaceptable admitir sin crítica y con sumisión, el ejercicio de esta práctica política.

No podemos, como casi siempre, mirar hacia otro lado y dejarnos invadir por la resignación al tolerar, sin denuncia, ciertas actuaciones y comportamientos que son ejemplos de la práctica política indecente.

sin responsabilidad y sin vergüenza.

Existe la opinión generalizada, entre la ciudadanía, de que los políticos responsables de una mala gestión o de la malversación de dinero público deberían ser juzgados por ello, recayendo en sus personas, por sus actuaciones, el peso de la Justicia. En contra del pensar de muchos, otros argumentan, que la responsabilidad política es suficiente para responder por estas actuaciones.

¿qué es responsabilidad política? ¿no poderse presentar a ser elegido en cualquiera de las convocatorias electorales venideras? ¿ser reemplazado por otro político? Todo ello sin prescindir de las prebendas, en muchos casos vitalicias, que el cargo desempeñado les otorga. El ex President de la Generalitat después de generar un “cráter” económico de gran magnitud ha sido elevado a los altares del Senado… ¿es este el castigo o la responsabilidad política con la que pagara por su desastrosa gestión? El caso anterior es uno, entre miles de casos, que siembran nuestro mapa político. En general nuestros políticos carecen de responsabilidad, ¿les podríamos llamar “irresponsables” (sin responsabilidad)? y sobre todo carecen de vergüenza ¿les podríamos llamar “sinvergüenzas” (sin vergüenza)?

CDC y el Palau de la Música. Pregunta sin respuesta

Hace ya tiempo, concretamente el 13 de Noviembre del 2009, CDC acordó los términos de la devolución de los 630.000 € que la entidad donó a la Fundación Trias Fargas. El acuerdo estableció que la fundación convergente devolvería el dinero en ocho plazos, a razón de 79.000 euros por año desde 2010 y hasta 2017. 

Conociendo a nuestros políticos, parece extraño que nadie haya alardeado de efectuar el primer pago de la devolución de los 630.000 € por parte de CDC al Palau de la Música.

Quizás no estoy al corriente de la noticia, si se ha producido, y por tal motivo agradecería desde este blog, que si alguien sabe quien, como, donde y cuando se efectuó el primer pago de la devolución, lo haga público.

Gracias anticipadas y de haberse producido el pago, perdón por mi falta de información.

15M... ¿y ahora qué?

 

Después de celebrar el segundo aniversario del 15M, la pregunta que, imagino, muchos nos hacemos es... ¿y ahora qué?. Esperamos otro año, con convocatorias puntuales, antes de celebrar otro aniversario, con cacerolas, pitos y pancartas desde las calles y plazas o sería conveniente aglutinar tanta indignación y tanto indignado en "algo" con mas solidez y menos romanticismo para poder estar equiparados y poder entablar “un de tú a tú” con la clase política.

Es evidente que todo lo ocurrido esta lleno de afectividad y solidaridad pero necesitamos efectividad y legalidad para poder debatir, discrepar, argumentar, rebatir y denunciar el proceder de nuestra clase política y eso solo lo conseguiremos formando parte de las instituciones, igual que lo hacen nuestros políticos.

Seguro que muchos indignados no estarán de acuerdo en subirse a un tren que criticamos y denunciamos, pero de no hacerlo, seremos vistos y considerados como unos románticos, florales y divertidos, que de vez en cuando damos una nota jovial, divertida y original para demostrar nuestra indignación. 

Muchos, creo, estamos doblemente indignados, en primer lugar con nuestra clase política y en segundo con nosotros mismos por la incapacidad de trasladar tanta indignación a foros y estamentos donde poder reivindicar, con todas las de la ley y la ley misma, todas nuestras propuestas y denuncias.