Existe
la opinión generalizada, entre la ciudadanía, de que los políticos
responsables de una mala gestión o de la malversación de dinero público
deberían ser juzgados por ello, recayendo en sus personas, por sus
actuaciones, el peso de la Justicia. En contra del pensar de muchos,
otros argumentan, que la responsabilidad política es suficiente para
responder por estas actuaciones.
¿qué
es responsabilidad política? ¿no poderse presentar a ser elegido en
cualquiera de las convocatorias electorales venideras? ¿ser reemplazado
por otro político? Todo ello sin prescindir de las prebendas, en muchos
casos vitalicias, que el cargo desempeñado les otorga. El ex President
de la Generalitat después de generar un “cráter” económico de gran
magnitud ha sido elevado a los altares del Senado…
¿es este el castigo o la responsabilidad política con la que pagara por
su desastrosa gestión? El caso anterior es uno, entre miles de casos,
que siembran nuestro mapa político. En general nuestros políticos
carecen de responsabilidad, ¿les podríamos llamar “irresponsables” (sin
responsabilidad)? y sobre todo carecen de vergüenza ¿les podríamos
llamar “sinvergüenzas” (sin vergüenza)?
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