mi
opinión y creo que la de muchos, es que la desafección crece y se
multiplica a medida que transcurren los días, semanas y meses y las
prioridades de nuestros políticos siguen siendo únicamente las “suyas”.
El
cansancio, cuando no hastío, es generalizado y lo peor del caso es que
seguimos teniendo el mismo horizonte de incertidumbre económica, de esperanza, de paro… de frustración y ellos (todos) siguen a lo “suyo”
que desafortunadamente casi nunca coincide con lo "nuestro" (lo de
todos).
los políticos lo llaman: desafección.
el resto lo llamamos: estar hartos o hasta los...
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